miércoles, 3 de junio de 2009

Gritos y Susurros, de Ingmar Bergman



"Gritos y Susurros" es el tipo de película que en estos tiempos ya no se realiza, ahora no sería un trabajo convencional. Todo queda claro al intentar comprender al maestro Ingmar Bergman. Esta película se estrenó en 1972 y su rodaje duró 42 días.

Como es costumbre, Bergman intenta hacer un retrato de la triste condición humana cual padecimiento grave. La película transcurre en una hermosa casa inglesa donde se encuentran las hermanas Karin y María quienes, al lado de la sirvienta Anna, cuidan de los últimos días de Agnes, la tercera hermana que se encuentra en agonía debido al cáncer en el útero que le produce severos dolores hasta el momento final.

Las tres hermanas eran muy unidas cuando eran niñas. Con el tiempo y la educación se distanciaron física y emocionalmente para cumplir las expectativas que su nivel social les iba exigiendo. Anna, la sirvienta, ha perdido a su hija tras una enfermedad. Ella ha trabajado para Agnes durante más de 12 años y es quien se ha encargado de cuidarla en su enfermedad, llegando a tener una relación más íntima de la debida, una relación de madre e hija unidas por la fe en Dios.

La fotografía es una de las cosas más sobresalientes en la película. En el transcurso del filme se pueden notar como exclusivos los colores rojo, negro y blanco. Gracias a este resultado, Sven Nykvist ganó el Oscar a la mejor fotografía. Bergman era un cineasta que jugaba con los simbolismos y de ahí que predominen esos colores. El rojo, para esta película, simboliza el interior de las personas, sus emociones y el alma. El blanco es un color virginal, por eso a Agnes siempre se le verá vestida de blanco. Para Bergman, el negro ha sido un símbolo religioso, el color de los curas, la muerte, la cristiandad.

La película habla de muchas cosas, el guión del director está plagado de diálogos extensos que en ocasiones parecen más soliloquios. Entre los temas que se tocan se encuentra el tradicionalismo; Karin y María están casadas con hombres que no aman y mantienen sus relaciones por simples conveniencias. María es una mujer con instintos que van en contra de los valores y requerimientos matrimoniales. Karin tiene un marido sofocante y déspota, característica que comparten; busca que su marido se mantenga alejado de ella lo más posible, por eso se automutila.

En esta película también se tocan tópicos como la muerte, el cariño, la fraternalidad, la tristeza, la agonía, el dolor físico y emocional, la fe en Dios y las dudas hacia esta fe. La enfermedad de Agnes, el cáncer en el útero, es un símbolo de la represión sexual y por eso el color blanco de sus ropas acentúa su condición virgen.

Con "Gritos y Susurros", Ingmar Bergman nos entrega uno de sus mejores trabajos, plagado de un contundente impacto visual.

A continuación intento describir una secuencia con su parlamento fielmente transcrito:



(Agnes en el regazo de Anna depues de su resurrección.)


La habitación donde se encuentra el cuerpo de Agnes, quien hace unas horas murió por el cáncer en la matriz que le hacia sufrir.

Un par de mujeres vestidas de negro abren en par las puertas y dan la señal al sacerdote para que entre a la habitación; detrás de él entran más mujeres nocturnas. El sacerdote se abre paso hacia la habitación, disimula un poco su rostro de consternación, se para al pie de la cama en donde se encuentra el cuerpo, abre la biblia y sin leerla pronuncia:

“Dios, Nuestro Padre, con infinita sabiduría decidió llevarte consigo en la flor de la juventud. Antes te consideró digna de soportar un sufrimiento largo y penoso. Lo aceptaste paciente y sin quejarte sabiendo que tus pecados serían perdonados por la muerte de Cristo en la cruz. Que tu padre celestial se apiade de tu alma cuando estés en su presencia. Que sus ángeles borren el recuerdo del dolor”.

El sacerdote camina y se para a la izquierda de la cama, ve el cuerpo de Agnes y se hinca, mientras lo hace cierra la Biblia para colocarla en el suelo; las mujeres -con trajes de cuervo- que se encuentran en la habitación también se hincan con más trabajo por el volumen de sus atuendos. Como reflejo del momento, el sacerdote muestra el rostro de la aflicción e inmutable, con la mirada hacia el frente en un tipo de pesadumbre dice:

“Si recolectaste nuestro dolor con tu cuerpo y lo llevaste contigo hasta la muerte, si te encuentras con Dios en ese otro mundo, si Él vuelve el rostro hacia ti, si quieres conocer el lenguaje de Dios, si puedes hablar con el Señor, si es así, ruega por nosotros. Agnes, querida, escucha lo que te digo. Ruega por nosotros que nos quedamos en el mundo sucio bajo un cielo cruel. Deposita tu carga a los pies del Señor. Y pídele que nos perdone. Pídele que nos libere por fin de nuestra ansiedad, de nuestro cansancio y nuestras dudas. Pídele que le dé significado a nuestras vidas. Agnes, que has sufrido tanto y tanto tiempo, debes ser digna de pedir por nosotros”.


(Ingmar Bergman. 1919-2007)


Ficha técnica:

DirecciónIngmar Bergman
ProducciónLars-Owe Carlberg
GuiónIngmar Bergman
MúsicaErik Nordgren
FotografíaSven Nykvist
RepartoHarriet Andersson - Agnes
Ingrid Thulin - Karin
Liv Ullmann - Maria
Kari Sylwan - Anna




2 comentarios:

  1. Gracias por la reseña, Hija; pero hoy me permito hacerte una pequeña sugerencia: creo, sinceramente, que el que tengas que excusar cada uno de tus escritos, está de más.

    Hasta donde sé, no se necesita ningun tipo de documento que te permita escribir tu libre opinión acerca del tema que te plazca. Las personas pueden estar o no de acuerdo con lo que escribas, pero colgarle la etiqueta de "pobre" o "digno" es algo que de cierta forma no te corresponde ni debe preocuparte.

    Así que, en palabras más simples; no seas marica y relajate...

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  2. Buena reseña (me uno al consejo de Cassidy). Enlazo un texto escrito por otro admirador de Bergman: Woody Allen.

    http://apostillasnotas.blogspot.com/2007/07/ingmar-bergman.html

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Si no dejas comentario me cortaré las muñecas (//_0,)