lunes, 31 de agosto de 2009

Sumario mundano


(El Invitado Incierto, de Edward Gorey)


I

Le entregaron su café y lo agarró con la mano izquierda. La taza estaba muy caliente y de nuevo la asentó lentamente en el plato para evitar derramar algo. Sin quejarse se quedó contemplando las yemas de sus dedos, observando cómo el dolor se difuminaba dejándole unos pequeños calambres en los dedos. Aún más abstraído, se fijó en la palma de su mano, la notó muy femenina y longeva: “un retrato de mi alma” pensó para sí, recordando que esa fue la descripción que una mujer hizo acerca del alma que él tenía. Luego recordó el gracioso juego de lectura de mano que varias veces hizo con algunas mujeres para pasar el rato. Se dio cuenta que desde hace mucho tiempo no frecuentaba a ninguna de ellas. Descansó la mano en la mesa sin darse cuenta que el dolor había cesado.

II

Se sentó en la escarpa frente a una casa con el simple objeto de sentarse. Nada premeditado, todo automático. Sentía que la noche estaba muy oscura. Sacó un cigarro y lo encendió, mientras sacaba el primer hilo de humo vio que de una casa salía una muchacha atractiva, su fragancia costosa y popular llegó a su olfato. La muchacha llevaba puesto un pequeño vestido de algodón color melón, totalmente entallado a su figura y que de largo no rebasaba la mitad de sus muslos. Las curvas de esa mujer se le figuraron exageradas, duras y perfectas. La muchacha se subió a un automóvil negro y emprendió la marcha. Ese desencuentro fue un contundente estímulo para su virilidad. Sin conocerla decidió ponerle un nombre: “Te llamas Lucía y vas camino a mi casa, pasarás por mí y cenaremos juntos. Iremos a la playa, después me recitarás un poema que te he inspirado y haremos el amor en el asiento trasero de tu auto, o quizás simplemente cojamos” fantaseó.

Mientras permanecía sentado, su cigarro se consumía en el olvido.

III

La mañana era muy fresca. Hizo parada al microbús para dirigirse al trabajo. Se encontró con un ex compañero de la escuela. Se saludaron con la mano y se actualizaron un poco. Unas cuadras más adelante, el operador del microbús paró y se bajó a desayunar una torta sin importarle –aparentemente- la comodidad o la urgencia de los pasajeros. Mientras permanecían sentados le comentó a su compañero:

- Anoche fui a una lectura de poemarios. Una mujer leyó –de manera muy desusada- unos poemas relacionados con la muerte. En su análisis entusiastamente sugirió, a manera de revelación, que lo único seguro en la vida es la muerte. Me decepcionaron esas palabras, pues no es nada nuevo para mí. Desde que era niño me di cuenta que esa es la gran ironía de la vida. Eso no me hace un iluminado, pero te diré una cosa, yo no le tengo miedo a la muerte. Le perdí el miedo hace un poco de tiempo. Después de mi etapa suicida, luego de haberla tenido en mi rostro y de soñarla…no. Ya le perdí el miedo y le confesé mi respeto, simplemente la acepté en mí. Esa es la parte fácil. Lo difícil es perderle el miedo a la muerte de quienes queremos, esa, para mí, es otra ironía. Cuando alguien a quien quieres muere se siente como un abandono. Yo lo sentí cuando murió mi abuelo. Lo único que se puede hacer es aceptar el inminente dolor de la muerte, especialmente cuando sucede de manera prematura…

Continuó hablando sin darse cuenta que su compañero le prestaba poca atención, probablemente porque al igual que los otros pasajeros se preocupaba más por la hora. El operador del microbús se estaba atragantando con un bocado de la torta que comía.

IIII

Diez y tres de la mañana. Abrió los ojos e inmediatamente percibió una nueva inspiración: estaba decidido a ser un gran criminal. Antes de dormir había terminado de leer Ensayo de un crimen, y lo que esa noche soñó le hizo convencerse. Se levantó de la cama y bajó la escalera. Cuando se disponía a comer un poco de cereal le vino a la mente el recuerdo latente de lo sucedido en la escalera. Cuando tenía nueve años y su hermano siete, pasaban los días de vacaciones de verano entre que jugaban y reñían. En lo alto de la escalera empujó a su hermano y rodó hacia abajo. En su recuerdo vivió de nuevo el momento de silencio que sirvió de preludio para el enorme grito de dolor. Vio la pierna rota de su hermano y de inmediato la evocación le remitió a los clavos que le colocaron en la pierna; despertó la sensación de lo horrendo que se le figuraban esas piezas de metal y sentía cómo se le clavaban en los ojos y la garganta. Se le esfumó el apetito y subió la escalera para ir de nuevo a su cama. Al acostarse decidió truncar su carrera criminal. Durante el tiempo previo a dormirse de nuevo, le vino a la mente el momento en el que decidió ser malabarista, jugar con el fuego, hacer pases difíciles. También recreó el momento en el que se quemó un dedo apenas la primera vez en la que encendía un paño para hacer malabares, entonces abandonó su idea.

V

Sin darse cuenta, en su sueño se formó la convicción de ser poeta. Se imaginó que le gustaba ser leído y escuchado. Intentó hacer un verso de algo, pero no le complacía. Optó por dedicarle unas palabras a una bella mujer incierta, pero alguien más se le adelantaba utilizando las ideas que él quería ejecutar. Decidió dedicarle unas palabras a la Coca Cola, pero se percató de que la mujer incierta bebía una, no importaba que esta fuera de color naranja. Le frustraba pensar que alguien delatará el momento en que se formó su inspiración. Despertó contrariado. Lo primero que hizo fue tirarse un pedo.

2 comentarios:

  1. Disculpa la ignorancia pero... el autor es kien mencionas al inicio? o es obra de propia inspiracion?

    No pude evitar terminar con una estruenda carcajada... muy bueno definitivamente jejeje xD lamento si mi sensibilidad al tema evapora ante el final tan estrepitoso...en todos los sentidos jajaja xD

    Atte: Akira Girl

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  2. noo, Edward gorey no escribe este tipo de basuritas. el es mujor conocido por su trabajo como dibujante y cuentos con rimas. otra cosa por la que se le conoce es por su diseño de vestuario para la obra de teatro "Dracula".

    el escrito es de autoria de un ente mezcla entre paracito y mitomano.

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Si no dejas comentario me cortaré las muñecas (//_0,)